miércoles, mayo 03, 2006

EL BESO




Y existe también ese chico que es la razón por la que cada mañana te levantas y vas al instituto...

Como yo tengo mi lado algo ñono, superficial, hortera... umm, la verdad es que esto no sé donde encuadrarlo. Como yo tengo, digo, lo que hay que tener para disfrutar de una comedia romántica de estas americanas típicas (en las que al final, siempre hay alguien que inicia un patético aplauso, ya saben...), la otra tarde me quedé viendo una.
Ya la conocía (es lo que tiene el Plus, que repite mucho), pero me apeteció volver a tragarme el final empalagoso, principalmente porque el prota es de lo más mono.
Nunca me han besado era el título de la peli (lo sé, es lo peor) y trata de una joven reportera que regresa al instituto haciéndose pasar por alumna para escribir un artículo sobre las inquietudes de los jóvenes, sus formas de vida, etc.
Todos los estereotipos se reproducen en el film: las guapas malas, el deportista, la rubia tonta, los empollones y existe también ese chico por el que te levantas cada mañana y vas a clase... Eso decía.
Me quedé pensando en la frase algo emocionada, la verdad, porque me trajo de nuevo a aquel joven al que yo observaba siempre de lejos con una avidez casi obsesiva y preocupante (pienso ahora con el Tiempo).
Lo tengo en la mente, tengo grabada su forma de andar por los pasillo salmón del IES, su carpeta amarilla, la caída de sus vaqueros, lo bien que le resbalaba el flequillo por la cara... y pienso que la primera (y probablemente única) locura que hice en mi adolescencia la hice por él. Marcharme un domingo imborrable de lluvia a su pueblo y esperar nerviosa una cita que parecía no llegar nunca. Recuerdo los escasos minutos en los que estuvimos a solas, él y yo, intentando refugiarnos del agua en el escaparate de un confesionario Mercedes, con un beso que nunca llegó y que se quedó colgado de nuestras bocas.
Recuerdo su preciosa mirada sobre mi, con una media sonrisa, pensando probablemente que no era más que una cría.
Estos dos no llegan, dije refiriéndome a mi amiga y a su amigo, que andaban también perdidos en otro portal, aunque a ellos, supe luego, no se les quedó ningún beso colgado.
Qué quieres hacer tú. Y lo dijo invitándome a algo, esperando quizás una señal, un brillo en los ojos, una sonrisa pícara... O tal vez esperaba silencio, tal vez si me hubiera callado se habría acercado a darme el inolvidable primer beso (uy, qué cursi esto).
Pero no.
¿Volvemos?, hablé.
De acuerdo.
Así que abandonamos aquel concesionario paradisíaco y regresamos bajo la lluvia a la discoteca donde finalmente encontramos a los otros.
No es que me arrepienta. Las cosas salieron así, y así tenían que ser. No es que el momento sea menos emotivo o especial por su final algo insulso. Ni mucho menos. Aunque sí es cierto que a veces me pregunto qué habría pasado si no hubiera formulado yo aquel ¿volvemos? ¿Tan diferente podría ser todo? ¿Estaría escribiendo yo en este blog?
Recuerdo aquel tiempo que parecía detenido en el concesionario, los dos con las cabezas apoyadas sobre el escaparate que nos daba un poco de luz en aquella noche cerrada. Recuerdo esa escena como si la acabara de vivir y pienso que realmente es difícil saber, incluso con el paso de los años, qué momentos fueron los realmente importantes. En qué segundo de nuestras vidas, éstas tomaron un rumbo u otro. Qué silencios fueron los decisivios.


PD. Aquel domingo de lluvia tuvo su propia banda sonora, 'La margarita dijo no' de Alejando Sanz sonó al menos cuatro veces en mi paso por las calles de Guillena.

2 comentarios:

Zarzamora dijo...

También yo lo recuerdo!! Y también supe de esa tarde tiempo después. Qué lejano parece ya... ¿somos viejos, chicos? Es curioso, parece que la amiga que no se dejó ningún beso colgado siempre ha estado en nuestros primeros encuentros; también en el mío :-)

Anónimo dijo...

¡Sí, sí! ¡Yo también me acuerdo! ¡Era una mezcla entre Nicholas Cage, Ewan McGregor, Adam Sandler, Chris Rock, Ethan Hawke, Robin Williams, Poti y Kirk Cameron! ¡Qué pena! Si te cogiera hoy día, Patruki, no hubieras dejado de él ni las higadillas, isn't it?