martes, julio 06, 2010

Sin final

Hoy no he querido ver el último capítulo de Los hombres de Paco [sólo esta serie podía hacerme volver a escribir en la negra espalda del tiempo]. No era algo que tuviera planeado. Ni siquiera tenía planeado sí hacerlo. Hace ya mucho, quizá tanto como que no escribía aquí, que no sigo las idas y venidas de la comisaría de San Antonio. Pero el navegar te lleva a lugares insospechados, a momentos sospechosos, a regresos no deseados, pero deseables. Y de repente ahí estaba hecho jirones en youtube el último capítulo de la última temporada, emitido hace semanas. Al fin, suspirarán algunos de alivio entre los que, oh confieso, me encuentro. Sí. Que la serie continuara con una trama disparatada, retorcida ya, con personajes irreconocibles para mí, me hacía sentir como la madre de un pequeño bastardo al que no quiere pero del que no puede evitar sentirse responsable ante lo que pueda estar haciendo.

Por lo que sé, ni siquiera, en un bello ejemplo de justicia poética, Lucas ha aparecido en esos últimos instantes de ficción para intentar dar un final digno a una serie que tanto prometió, tanto cumplió y a la que tan buenos momentos debo, a pesar de ella y a pesar de mí.

Después de dudar durante un rato, después de hacerme con el capítulo completo, me ha venido la revelación, primera frase de este post. Al final, que me haya traído de vuelta a estos oscuros tiempos es algo que también debería agradecer a la serie. Echaba de menos sentarme a escribir, echaba de menos a Patriice. Aunque no sé si podré recuperarla.

Lo sabrán.

pd. Hasta el próximo terremoto, iba a escribir para terminar el post como el viejo y sabio Saramago solía firmar algún artículo. Y ya a estas alturas, con la ausencia irreparable del escritor que me hizo soñar con la escritura, pienso en que las cosas han cambiado demasiado. Pienso que he llegado tarde a donde quiera que me encuentre ahora.

1 comentario:

@Ana_Bermejo dijo...

Qué alegría poder navegar y de repente encontrarme con tus palabras de nuevo, amiga! Un besazo