jueves, julio 08, 2010

El existencialismo, primero en Fox

A Pedro, por guiarme en la senda Lostie.

"Duramos menos que nuestras intenciones", podría recordarle Javier Marías a J.J. Abrams o simplemente podría leer éste último en la Negra espalda del tiempo del primero, si es que, ¡oh, dichosa fortuna!, no lo ha hecho ya. Lost, Perdidos, ha llevado las series de televisión a una nueva dimensión (perdón por tan chocante pareado). Y de paso, ha cogido por las orejas al espectador y se lo ha llevado consigo. Nuestras vidas, las de aquellos que hemos disfrutado con cada capítulo de esta serie, no han vuelto a ser las mismas (aunque algunos ni siquiera lo sepan). Nuestra percepción del tiempo, del espacio, de la amistad, del amor, del mal, de la heroicidad y del sacrificio, nuestra percepción de la vida, y (exclamación) de nosotros mismos, de nuestras existencias, ha cambiado. Y lo ha hecho para siempre.

Hará tres semanas, puede que alguna más, estuve más de una hora al teléfono hablando con un amigo sobre todas las posibilidades lost. Sobre todos los destinos a los que parece habernos llevado, pero también sobre todos los viajes que nos ha propuesto. Algunos realizados, otros (y depende de nosotros) por realizar. Lo que irremediablemente me lleva a reflexionar sobre, más allá de Lost, las series de televisión (show tv) como género.

Si, pongamos, a partir del siglo XVII, con el bueno de Cervantes, la novela se ocupa del ser ya olvidado por las ciencias y la filosofía (Milan Kundera dixit) y es la más pura y absoluta ficción la que se ocupa de las grandes cuestiones existenciales, de los grandes interrogantes, parece que en el siglo XXI, con la inevitable e incuestionable revolución televisiva y tecnológica (no hay que olvidar que Internet impone nuevos hábitos de consumo de cine, música y televisión -y de todo en general- y eso está modificando el producto), son las series para televisión las que han tomado el relevo. Permítanme que al clarísimo y valiosísimo ejemplo de Lost añada el de otras perlas como Fringe o Dexter (probablemente haya más, no las veo todas), claros referentes del existencialismo actual.

No soy nadie para hablar de esto. Sólo estoy generando ruido a través de este blog, pero quienes hayan tenido la fortuna de ver The Constant (4ª temporada Lost) o White tulip (Fringe) sabrá, con toda seguridad, a qué me refiero.


pd. Es maravilloso volver a escribir.

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