Siempre pasó desapercibido. Carece de la angustiosa maldad de Lunes y de la pícara alegria del Miércoles de Lucas. Siempre fue un tipo discreto. Cada semana sabe disfrutar de su sencilla existencia, pues nadie espera nada de él. Martes siempre se va tal y como llega. Hasta que se canse de todo, y comencemos a temerle también a él.
lunes, abril 30, 2007
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