viernes, junio 22, 2007

Dudas

Cuando veo Los hombres de Paco, no piensen que me limito sólo a contemplar la potente belleza de mi Lucas. No sólo. A veces, consigo sacar de la serie alguna bonita reflexión. Qué difícil es comprender a los demás, verdad? Porque claro, nosotros tenemos nuestros propios principios, nuestros propios criterios y mandamientos, lo que está bien para algunos está muy mal para otros, lo que es importante para alguien, no lo es en absoluto para otro... cómo podemos comprender entonces al prójimo si nos hace algo que para él es absolutamente normal y que a nosotros nos parece un ataque directo a nuestras acciones, a nuestra entrega... Dónde está el límite de la tolerancia? Debemos decir, bueno es que es así, y conformarnos. Acaso tenemos derecho a reproche alguno? Pero es justo esa resignación hacia lo que hace el otro y que nosotros consideramos, al menos, algo doloroso e injusto. Sé que dramatizo. Estoy pensando que quizá debía hacerme actriz en vez de periodista. Pero no puedo evitarlo. Surgen las dudas, hermanos. Y no hay nada más desesperante que las pesadas, maliciosas y horripilantes dudas.

sábado, junio 16, 2007

Princesas olvidadas

Creo que desde hace ya demasiado tiempo, este blog ha devenido en exceso en un diario privado, más propio de quinceañeras que de alguien que, como la Pantoja, no habla de su vida. No, es que para variar hoy no me apetece hablar de mí, aunque en el momento en que escribo ya lo estoy haciendo, no? Todo esto, pequeños míos, para hacer referencia un libro mágico que todavía no he podido adquirir, pero que sin duda, alguna vez, formará parte de mi biblioteca. A Dios pongo por testigo que así será.
Es un libro delicioso, que se vende como rosquillas entre las pequeñas españolas, pero del que yo reivindico desde aquí, mi derecho a comprarlo, a pesar de los 25 ladrillos que llevo sobre mis hombros. Oh, Marías, como pesa el paso del Tiempo. Tanto desvarío, como digo, para hablaros de Princesas Olvidadas.

Son como pequeños perfiles de algunas princesas desconocidas. Sus nombres, su origen, sus gustos, su ocupación (si es que una princesa puede tener de esto)... detalles exquisitos, muy a lo Principito, que quizá alguno pueda considerar algo tontos o absurdos (Marías, perdónalos porque no saben lo que hacen). Y lo mejor unas hermosísimas ilustraciones, de las que, perdonadme, sólo encontré la de arriba. Es un libro grande, de los de sentarse en la cama y colocarlo sobre el regazo y pasar las páginas lentamente y disfrutar de lo que uno contempla.
Y que conste que si os hablo de ello, no es para que compréis el libro... me niego a que alguno de los de mi entorno lo tenga antes que yo. Así que, hasta nuevo aviso, sólo os permito disfrutar de algún ejemplar en las librerías.


Hasta el próximo terremoto.

miércoles, junio 13, 2007

El Universo conspira o el final es un beso escondido detrás de un sombrero

Estamos a final de curso... (es curioso como los que hemos sido estudiantes, conservamos esta particular forma de medir los años, de septiembre a junio. Marcados para siempre por el curso académico.) A penas quedan unas semanas para que comience el periodo oficial de vacaciones, y el día de hoy está resultando de lo más extraño. Oficialmente, ya puedo decirlo, tengo nuevo piso. Un apartamento en Matadero, el barrio periodístico (como dijo la Raquelilla), super mono, con una sola habitación, enterito para mí. Sí, hermanos, dejo de compartir piso, y de repente me siento más adulta, aunque no sé si eso es bueno. Después de tres años, compartiendo piso con Ana y Manoli, nos separamos, y tampoco es que esté demasiado preparada para ello. A veces, aunque sepamos que es imposible, tendemos a creer que nuestra vida no cambiará mucho. Y no podemos evitar, al menos yo, sorprendernos a medida que los acontecimientos se suceden, aunque en nuestro interior llevaramos ya algún tiempo esperándolos. Para colmo, sin saber por qué, hoy me he bajado del emule 'American Pie,' la canción de Bob Dylan, que me recuerda al instituto (¿recuerdas, Valle?) y por tanto, trae más nostalgia a mi vida.
El remate ideal para este cuadro, lo imaginan? Sí, pequeños, Cuatro ha vuelto a deleitarnos con el último capítulo de Friends que ya saben lo que para mí supone (remito al post La insoportable levedad del ser).
Así que, aquí estoy, en mi miércoles de descanso, pensando que desde mi nuevo dormitorio no podré ver las luces del Polo Químico, que tanto me inspiran sin que sepa el por qué. Pienso en cómo pagaré el alquiler, mucho más alto, y en cómo podré afrontar el primer pago de la VPO (ya empiezan a pedir dinero...). Pienso en que dejo algo atrás, aunque tampoco consigo ver qué es. Ni si lo echaré en falta. Pienso en que quizás tenga un sentido demasiado dramático de la vida. Y pienso en que, tal vez, me crea demasiado a menudo el centro de un Universo en expansión que prontó llegará a su Big Crash (todo cerdo tiene su San Martín)...
Menos mal que esta noche ponen Los hombres de Paco.

martes, junio 05, 2007

J.R.J

¡No la toqueis ya más, que así es la rosa!