sábado, junio 16, 2007

Princesas olvidadas

Creo que desde hace ya demasiado tiempo, este blog ha devenido en exceso en un diario privado, más propio de quinceañeras que de alguien que, como la Pantoja, no habla de su vida. No, es que para variar hoy no me apetece hablar de mí, aunque en el momento en que escribo ya lo estoy haciendo, no? Todo esto, pequeños míos, para hacer referencia un libro mágico que todavía no he podido adquirir, pero que sin duda, alguna vez, formará parte de mi biblioteca. A Dios pongo por testigo que así será.
Es un libro delicioso, que se vende como rosquillas entre las pequeñas españolas, pero del que yo reivindico desde aquí, mi derecho a comprarlo, a pesar de los 25 ladrillos que llevo sobre mis hombros. Oh, Marías, como pesa el paso del Tiempo. Tanto desvarío, como digo, para hablaros de Princesas Olvidadas.

Son como pequeños perfiles de algunas princesas desconocidas. Sus nombres, su origen, sus gustos, su ocupación (si es que una princesa puede tener de esto)... detalles exquisitos, muy a lo Principito, que quizá alguno pueda considerar algo tontos o absurdos (Marías, perdónalos porque no saben lo que hacen). Y lo mejor unas hermosísimas ilustraciones, de las que, perdonadme, sólo encontré la de arriba. Es un libro grande, de los de sentarse en la cama y colocarlo sobre el regazo y pasar las páginas lentamente y disfrutar de lo que uno contempla.
Y que conste que si os hablo de ello, no es para que compréis el libro... me niego a que alguno de los de mi entorno lo tenga antes que yo. Así que, hasta nuevo aviso, sólo os permito disfrutar de algún ejemplar en las librerías.


Hasta el próximo terremoto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Compré el libro al poco de salir, justo cuando como promoción lo acompañaban de una agenda de cumpleaños con las mismas ilustraciones del libro en la que tengo a todos mis amigos entre dibujos preciosos. Realmente el libro es absolutamente delicioso y es de esos raros libros para "niños" en los que tanto el texto como las ilustraciones son maravillosos. No tardes en hacerte con él. Un beso principesco.

Cecilia dijo...

Oh, oh, oh. Ayer vi ese mismo libro en las estanterías de la Fnac. Estuve a punto de comprármelo, pero respeté tu deseo de ser la primera. Es estupendo y si hay que ser chico pa comprárselo, pues yo soy mu chica. Jajajaja. Besillos.

Pedro-Abeja dijo...

Bueno, he de decir que sé de buena tinta que el libro se vende como rosquillas no sólo entre las niñas sino también entre las mujeres y los hombres que se lo compran a las mujeres y los gays que se lo compran para ellos mismo y, por qué no, entre los hombres que fingen comprarlo para alguna mujer o niña y lo compran para sí, para leerlo de noche en su cama y sonreir tiernamente cuando nadie los ve.
A mí personalmente me encanta, es uno de los libros estrellas de nuestra querida, complicada y trabajosa sección infantil (Por cierto, Peca Dora, que es eso de pasarse por la Fnac y no venir a verme, eh?), en la que además de Princesas tenemos otros títulos inolvidables que algún día con tiempo te enseñaré e incluso contaré. Libros con ilustraciones maravillosas e historias tan preciosas que emocionan al más pintao. Como la hsitoria de Pequeño Azul y Pequeño Amarillo o la de la niña que le pidió la luna a su padre o el Libro de las nanas donde el vestido de la madre es un universo plagado de estrellas en el que la cuna de uni niño flota tirado por una cebolla gigantesca qu ehace las veces de globo... Esos libros están consiguiendo lo que la literatura de este tiempo parece ya casi incapaz de conseguir: hacer que nos emocionemos ante las cosas más sencillas, las que verdaderamente importan de la vida. No?

Mil besos, amore mio.

Pedro.