lunes, enero 22, 2007

Nunca es tarde, si Lucas está bueno

Efectivamente, ya lo dijo el siempre poco ponderado Machado (Antonio, no Manuel): Todo llega y todo pasa (y lo nuestro es pasar). Ayer, alfinmiércoles, regresaron Los hombres de Paco. Regresó Lucas. Con nuevo look y con nueva conciencia que ya le permite acostarse con Sara, a la que antes ni se atrevía a besar por respeto a su minoría de edad (imagino que en la ficción en la realidad tendrá más de 18, la perra esa).
Era una vuelta esperada. Por mi. Por Ana. Nosotras, fans incondicionales de la serie policiaca de humor negro, que como tantas otras finalmente deviene en culebrón. Me reí. Con el capítulo de ayer me reí mucho sobre todo con el pobre Povedilla y con el maravilloso Don Lorenzo ( "en mis santos cojones tengo yo el pálpito, Paco". Genial). Desde luego, Juan Diego es de lo mejorcito de la serie. Aunque creo que el éxito es que forman un buen equipo. Entre los actores hay gente que no vale ni un duro y gente que vale mucho. Pero todos encajan. Se complementan. Y el resultado es bueno. Al menos para mí.La trama de ayer me gustó mucho. Su poquito de humor, su poquito de intriga, escenitas románticas, y lo mejor, abrió un sin fin de posibilidades: el caso Uriarte y nuevos jaleos en la relación de Lucas (el maravilloso) y Sara (la niñatilla), que por cierto, confirman mi teoría sobre los encantos del desamor. Para darle vidilla, vuelven a separarlos. Lo que yo diga, en el fondo somos masocas.
La verdad es que no tenía pensado hacer un post tan técnico sobre el regreso de Los Hombres de Paco. Porque es mucho más que lo expuesto arriba. Volverán los momentos redondos, los "el miércoles por la noche no, que tengo cita con Lucas". Y la contemplación hasta el infinito de semejante ejemplar de macho ibérico refinado. Creo que me gusta más con el pelo largo, pero tiene su cosilla, así de peladito. Para los que no tuvieran la ocasión de ser testigos de este regreso, no dejen de hacerlo el próximo 'alfinmiércoles'. Merecerá la pena.

pd. Sí, este post tiene ya su tiempo y hasta el momento no he tenido ocasión de colgarlo en el blog. Así que no me lo tengan demasiado en cuenta. Después de la Navidad me está constando mantener el ritmo que antes tenía por mi negra espalda del tiempo, pero es que la felicidad invita más a vivir que a escribir, no? Es curioso (y confirma mi teoría, otra vez). M esforzaré por mantener viva este desierto de tiempo, con cada vez más verdor.

No hay comentarios: