lunes, marzo 27, 2006

Una tregua en cuarentena, y no sólo eso

Hoy los cielos y la tierra me sonríen hoy llega al fondo de mi alma el sol, hoy Eta ha anunciado un alto al fuego, hoy creo en Dios... siempre que una noticia me alegra especialmente el día, recurro a esos maravillosos versos de Bécquer que, dicho sea de paso, se adaptan a todas las situaciones a la perfección; como si nuestro querido poeta sevillano (delante de cuyo retrato tantas veces me he inclinado) hubiera creado una métrica mágica, ya saben, como aquellos guantes minúsculos pero mágicos que se estiraban hasta dar abrigo a cualquier mano, ya sea de pianista como las de mi alma gemela, o gruesas y trabajadas, como las de mi amado padre.Hasta el próximo terremoto, que diría Saramago.


pd. Usted lector, que siempre es listo, se habrá percatado de que fue hace días y no hoy, cuando la banda terrorista anunció la ansiada tregua? Lo sé y lo tengo presente. Pero me he permitido el lujo de comenzar este blog con el apunte que aquel día dejé en mi agenda. Una costumbre esa la de recordar fechas y acontecimientos importantes, que marcará lo que de aquí en adelante se publique. Tiempos oscuros son los que me ha tocado vivir, al menos así los veo tras el ajado cristal de mis lentes con montura verde... si algo me enseñó Gandalf, un personaje al que conocí gracias a otra persona, que bien podría ser personaje, nadie elige lo que le toca vivir, pero sí la manera de enfrentarse a ello. Tómese este nuevo blog, como mi particular espada contra mi tiempo, contra nuestros tiempos, al fin y al cabo, hace unos años yo misma escribí que las palabras eran mi forma de enfrentarme al mundo. Que así sea. Bienvenidos...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Tremendo! Deja el corsé del periodismo y dedícate a esto en cuerpo y alma. Tus palabras son casi tan bonitas como tu mirada y nunca podrán sustituir esa sonrisa tan especial que da la vida al prójimo. UN BESO